
Después de sufrir
literalmente por dejar todo organizado en mi hogar para poder viajar sin
contratiempos iniciamos un largo viaje desde Bogotá hacia la frontera con
Venezuela en Cúcuta pasamos la misma y desde ahí vimos como en un país donde
hay muchas cosas complicadas pero el
simple hecho de ser religioso indica hasta la guardia el respeto algo que no se
ve en mi país tristemente donde se juzga crudamente a quien no piensa igual al
otro, Ya estaba allí recorriendo estados de Venezuela hasta llegar a Caracas
con miedo y zozobra por todo lo que escuchamos en medios de comunicación, si
por que ocultarlo da temor así tengas tus papeles en regla cuando estás cerca a
la guardia pero con los días entendí que hay dificultades en cuanto a la
economía donde es complicado hasta el manejo de efectivo en las ciudades, donde
se vive el hambre en las calles pero aún así la gente es amable, llegamos a un
corregimiento cercano a caracas allí una
mujer quien un día con orgullo dije es mi Ojigbona ningún como ella dulce,
dispuesta, entregada a su familia y la religión con una sonrisa donde demuestra
todo si tener que pronunciar palabra quien me enseñó respeto, tranquilidad en
los días por venir, honestidad y humildad salud y vida para ella y los santos
siempre me la protejan aunque tiempo después rompería mi corazón porque antepuso sus sentimientos como madre
antes que sus sentimientos de religiosa y pasa ella nada diferente a que la
osha le de salud este donde este y su bendición me alcance todos los días.
No ha sido fácil pero
todo son pruebas que ponen los santos recorrer el camino de la mano de mi
padrino de santo iniciamos
conociendo mi padrino de ifa a mi Ojigbona
de ifa e iniciamos las ceremonias de
mano de Orula recordé a aquel santero,
palero y espiritista donde me decía esto no es fácil mi ahijada y hoy día lo entiendo cada día trae su santo
afán después de recibir mano de Orula algo cambio en mi me he vuelto más
reflexiva busco ser más prudente he aprendido a callar y bajar la cabeza por no
irrespetar a mis mayores .
No es fácil desde
cualquier punto de vista incluso podría decir sin temor a equivocarme que está
no soy yo, pero me siento bien de ser el ser humano en que me estoy
convirtiendo
Y aprendí también
que debes ser agradecida hasta con lo que ya no están por eso lo siguiente se
llama sin muerto no hay santo…
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